Sobre la obra


Desde 2004 la obra de Abellán Juliá se sostiene en los conceptos de la Física Cuántica: “las partículas elementales, dada su imprecisión existencial, se pueden comportar como partículas en un momento dado y como ondas en el siguiente o en el anterior. Existen en un espacio y un tiempo que no reconoce el presente. Saltan del pasado al futuro y a la inversa”.

Desarrolla universos celulósicos donde pliega y dibuja con pigmentos minerales puros “ondas vibratorias” a las que nombre pro-colapsos. En ellas materializa su teoría principal y eje de su obra: “Todo el Universo es vibración”.

En los “universos” creados está presente “la dualidad”, condición a la que nombre y sujeta inseparablemente dentro de su obra como “Conciencia Axial”. El conciente y el subconsciente juegan oponiéndose, realizando su función de contraste y, por condición, de armonía. Conceptos que ligarán su obra final en la mirada de cada espectador.

Los temas que recrea son diversos. Generados en la abstracción, bajo estructuras diseñadas para su evocación y que definen su singular estética, la música, la naturaleza y la geometría se combinan en telas, maderas, poliéster, muros de yeso, de hormigón, de tabla-roca...

Para sus obras tridimensionales utiliza moldes de cuerpos humanos reales en los que interviene con sus pro-colapsos y látex o resina con los que realiza su instalación Paralelo//Humanidad Cuántica.

Conciencia Axial

Presenta un planteamiento de carácter dualista entre el consciente y el subconsciente del artista. A través de un proceso reflexivo, culmina con unos desarrollos cargados de plasticidad, color y fuerza expresiva en un proceso de manipulación cromática sobre celulosa para realizar unas composiciones caracterizadas por su axialidades, simetrías y elementos compositivos.

El planteamiento dualista se hace patente en la transición de color de espacios cargados de fuerza cromática a otros más desahogados, llevando a la fórmula plástica la realidad del bien frente al mal, de la fuerza frente a la debilidad, de la plenitud frente al vacío, de la luz frente a la penumbra.

Desde 1997 la colección “Conciencia Axial” abarca tres temas, geometría, música y naturaleza que son resultado de una amplia investigación filosófica, científica y desarrollo plástico.
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Universos simultáneos

La época que se documentó en “Abellán Juliá, Universos simultáneos” es decisiva para el artista, ya que el hecho de enraizar en ambos lados del Atlántico le ha llevado a integrar en su conciencia dos realidades, diversas, y complementarias.

Universos-cuadros que se multiplican, esculturas-objeto que se pliegan y se despliegan, obras traslúcidas que participan de la luz, conciencia pura, axial, trimorfa, simultánea, estela progresiva hacia el génesis y su proyección, movimiento y espontaneidad.

Dentro de “Universos Simultáneos”, Abellán Juliá presenta sus series “Geometría”,“Naturalezas” (vinculadas también al cuerpo humano), “Musicales”,Vivencias” y “GEEST”, sobre una variedad de soportes como tela, madera, poliéster y resinas.

La exposición fue resuelta con la instalación “Vestidos de cuerpo”, obra donde el artista replica la forma corporal en resina y extiende el sentido de la piel al vestido creando una simultaneidad de forma y un universo expandido como proyección del propio modelo.
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Paralelo//Humanidad Cuántica

La instalación “Paralelo//Humanidad Cuántica” tiene como objetivo, a través de cuerpos de diferentes edades, complexión y tamaños materializar la creación de un universo humano paralelo que simboliza a un grupo social en una de sus posibilidades cuánticas.

La intervención artística, basada en los mismos procedimientos celulósicos aplicados sobre el modelo-copia-soporte del cuerpo humano, desarrolla los conceptos de “tatuaje-psíquico”. Una arriesgada manera de interpretar y revelar en y sobre la forma humana aquello que parece oculto en el interior de cada cuerpo.
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Conciencia Axial (información extendida)


Se trata de una pequeña incursión en la filosofía Zen, el descubrir la naturaleza real de uno mismo, la búsqueda de nuestro interior espiritual.

La conciencia desde esta zona axial implica vivir una nueva realidad, es conciencia de pura energía, potencia, seguridad y desición, que nos transforma al sentirnos cada vez más unidos al SER, dentro de la pluralidad y el dualismo.

Conciencia Axial presenta un planteamiento de carácter dualista entre el consciente y subconsciente del artista. A través de un proceso reflexivo, culmina con unos desarrollos cargados de plasticidad, color y fuerza expresiva en un proceso de manipulado cromático sobre celulosa para realizar  unas composiciones caracterizadas por sus axialidades, simetrías y elementos compositivos.

El planteamiento dualista se hace patente en las transiciones de color de espacios cargados de fuerza cromática a otros más desahogados, llevando a la fórmula plástica la realidad de bien frente al mal, de la fuerza frente a la debilidad, de la plenitud frente al vacío, de la luz frente a la penumbra, la intensidad del sexo y la ausencia del mismo, etc...

El artista plantea la existencia de un eje (axial) entre su lado consciente y su lado subconsciente. A través de este fluyen secuencias de infancia y juventud –subconsciente-  para un análisis conceptual en tiempo presente –consciente-.

Este flujo de secuencias de infancia y juventud, tiene su origen en sus relaciones sociales y sentimentales, en su relación con el entorno y en su relación con el Yo. De esta manera la obra presenta sus tres variantes:

BAÑO: En la obra titulada bajo este nombre el artista procede a un análisis de sus relaciones tanto sentimentales como sociales con su familia y el resto de la gente trascendiendo a experiencias puntuales sobre un escenario real que serían los cuartos de baño, donde se recrean relaciones de amor, odio, morbo, sexo, etc...

PARQUES, ACEQUIAS y HUERTAS: en esta obra se realiza una reflexión sobre el entorno del artista desde la contemplación y la subsistencia  en escenarios naturales propios de Cieza (Murcia), lugar de origen del artista.

MUSICALES: En esta obra plantea su relación íntima con el yo, su experiencia se realización personal a través de sus ejecuciones independientes. En este caso es el sonido producido por el artista de niño al golpear con un palo las verjas y los cañaverales de los caminos de us recorrido a la escuela o a las huertas de propiedad familiar.

“Siendo un dibujante de sólida formación, nada detesta más que exhibir en su obra un dibujo virtuoso, cosa que fácilmente podría hacer si se lo propusiera. En su obra no hay figura humana. Tampoco figura animal o urbana. Sólo hay color y línea lo que según Lafuente Ferrari enfrentaba y categorizaba a Ingres y David. Lo que si hay es mucha geometría, fruto de la abstracción o proceso mental sintético a que el pintor somete cuando siente ser.” Antonio Martinez Cerezo, crítico de arte.

A continuación texto de Antonio Martinez Cerezo  Critica publicada en: Diccionario de Artistas Españoles

Cabeza menuda pero muy despierta, de sufí que enhebra filosofías mirando a la acequia-Meca. Se peina el flequillo con los dedos, en plan romano. Tiene el inevitable aire resabido del río de los frutales. El redondo rostro confiere afabilidad al gesto. Las gafas, también redondas, remarcan su aspecto de niño bueno. Se explica largo y ceremonioso. Enseña de día y pinta de noche. En los azulejos de los retretes encuentra inspiración para sus cuadros. Su obra participa del secreto encanto de la celulosa.

Nace en lunes. Búfalo por el horóscopo chino y Cáncer por el oriental. El signo búfalo es de resolución, empuje y proyecto; Cáncer, de tenacidad, hallazgo y logro. Todo lo cual, andando el tiempo, se verá largamente cumplido.

Conoce la luz en Cieza el 24 de junio del 1961, en la égida –aún- del General Superlativo. Juan Antonio nace irremediablemente predemocrático –como todos cuando entonces- en el seno de una modesta familia de la localidad que nombran “La Perla del Segura”.

De gracia le dan dos nombres porque cuesta lo mismo que uno solo. Juan Antonio, que es gente agradecida, usará siempre el nombre compuesto. El de el bautista y el del lisboeta de Padua famoso por sus Sermones.

En la familia no cuenta con antecedente artístico alguno. No se reconoce buen estudiante. Malo tampoco. En la escuela es uno más. Lo que se dice uno del montón. Otra cosa es en el recreo. Aquí sueña caminos que aún no sabe cómo habrá de recorrerlos.

El primer contacto con el arte es fortuito. Ocurre cando Juan Antonio apenas cuenta con diez años de edad. Deambulando la Cieza –que siempre fue muy andariego- se topa materialmente con Juan Solano, malagueño afincado en la villa segureña,

Abellán Juliá ve pintar a Juan Solano y lo que éste hace le motiva hasta la médula. Inesperadamente descubre que quiere ser pintor, que nada le importa tanto como ser pintor de los que exponen, artista de los que salen en los periódicos cuando celebran exposiciones.
La resolución no puede por menos que sorprender, pues se confirma ya en la primera decena de la edad del biografiado. En su caso, sólo cae, por tanto, hablar de vocación temprana e incluso precoz.  El impetuoso Búfalo trabaja para el cerebral Cáncer. El futuro ya esta poniendo ladrillos en su edificio.

A la Academia del maestro Solano acude entre los años 1971 y 1980. La democracia le sorprende estudiando el arte de expresar la belleza en superficie plana. Juan Antonio actúa muy disciplinadamente. Dibuja. Traza. Compone, Mancha. Sombrea. En principio y por principio no se aparta de la enseñanza del maestro, que ocasión habrá de volar por libre. Entra en la Academia Solano con 10 años y sale con 20 negreante ya la barba.

Aun habrán de pasar siete años antes de que se decida a exponer. Su primera exposición individual tiene lugar, en 1987, en la “Sala Cárcel”  de Molina del Segura. En este mismo año expone también en el “Aula de Cultura Caja Murcia”  de Lorca y protagoniza la inauguración de la “Sala de Exposiciones del Museo Arqueológico” de Cieza, siempre en la región natal.
En 1988, participa en la muestra colectiva “Arte Joven” convocada en la capital de la provincia, y en las también colectivas celebradas en el “Museo Antonio López Torres” (Tomelloso, Ciudad Real) y en el Salón nacional de Pintura (Palacio Almudí, Murcia). En 1989, participa en otras tres colectivas: caja del Mediterráneo (Lorca, Murcia); Salón nacional de Pintura ( Murcia), caja del Mediterráneo (Cartagena, Murcia).

El balance no esta mal, para los 28 años. Pero el pintor sorpesivamente decide –o alguien le ayuda a decidir- que es poca cosecha para tan largo empeño. Cambiar de aires se impone.

Y el capicúa Juan Antonio Abellán Juliá (JAAJ) hace los bártulos y prácticamente con lo puesto se encarrila hacia la capital de España, donde presume que el futuro le espera con los brazos abiertos. El futuro es lo que esta por hacer. Porque el pasado puede explicarse por lo que somos y en lo que estamos. Pero el presente se construye día a día, trabajándose el porvenir.

En Madrid Juan Antonio ingresa en la benemérita academia-taller de Eduardo Peña. Y apunto lo de benemérita en sentido lato, en cuanto que bene merentis, pues si a alguna academia privada de enseñanza de arte cabe otorgar en España el mérito en el servicio esa academia-taller no puede ser otra que la del admirado y admirable maestro Peña.
Cinco años permanece el ciezano en la Academa Peña (1989-1993), de donde sale para montar, en un bajo de la madrileña calle de Vinaroz, no 32, su propia academia, la Escuela de Pintura Abellán Juliá, que dirige y en cuya trastienda el alba le da pintando.

En Madrid, Juan Antonio Abellán Juliá toma nuevo estado. Los años 90 le sorprenden casado, con un hijo y enseñando arte para vivir del arte y por el arte.

No olvida , claro está las exposiciones individuales, que ciertamente, no son muchas:
Arte 38 (Cieza, Murcia, 1990); “Cava Baja” , (Madrid, 1991); “Vodevil” (Madrid, 1992); Cock (Madrid, 1993) Fundación “Fernando de Castro” (Madrid, 1995); Caja Murcia, (Cieza, 1996). Ni las colectivas, de más amplio espectro que las individuales. Ni la participación en Concursos.

Que las individuales no sean muchas y que se registre en salas de arte nada notorias revela la estrechura y cortedad de miras del mercado de arte español, donde ni los medios de comunicación, ni los críticos, ni los galeristas, ni los coleccionistas mueven un dedo a favor del artista hasta que alguien decide dar el pistoletazo de salida en su favor.
Una pena porque Juan Antonio Abellán Juliá tiene en el arca un paño de la mejor ley; pero el buen paño del arte en el arca no se vende. Ya no. Parece que no.

Con 37 años al lomo, una vocación indomable, un modo serio y unos logros artísticos incuestionables Juan Antonio Abellán Juliá merecía gozar de mayor consideración. Pero es sabido que arriba no esta quien lo merece.  Sino quien puede.
Juan Antonio Abellán Juliá no tiene prisa. Quiere. Y empieza a poder porque su arte es poderoso y se abre paso en los Concursos nacionales, pese a la cerrazón de los jurados, formados siempre por los mismos.

No me gustaría ver a Juan Antonio Abellán Juliá en la ruta de los “almendreros” los que van a concursos como los aldeanos al nidos. Los adictos a los concursos conocen los gustos de los jurados y hacen arte antes para ellos que para sí. Hacer arte para los concursos es ominoso. El arte se hace no para el aplauso ni para el premio en metálico, sino pare el premio en especie de la posteridad.

Abellán Juliá ha sido seleccionado en muchos y notables concursos en los últimos diez años; pero se queda siempre en puertas por una razón que él ignora: los jurados quieren –sin que se sepa bien porqué- obras que “rompen sin llegar a romper”. Tiros al aire es lo que quieren. Que parezcan modernas, pero que sigan –de un modo u otro- siendo figurativas. Por ahí van últimamente los tiros, tiros que evidentemente sientan mal a Juan Antonio Abellán Juliá –tan menudo  él- como un traje de talla grande. Dicho lo cual  -porque de ley y razón es apuntarlo por si alguien tiene a bien oír, cumple volver la vista a la pintura para analizarla a la clara luz de su indudable verdad.

Tras muchas cavilaciones, el pintor de Cieza -un sufí sin seguidores, un budista sin túnica- elabora una teoría que refleja su modo de ser  en la pintura, que es tanto como su modo de ser en el mundo.

Abellán Juliá se autoinscribe en la que llama “Conciencia Axial”, que explica con una razón sumaria: “trátase de una pequeña incursión en la filosofía Zen, el descubir –en lo demás- la naturaleza real de uno mismo, la búsqueda, en las cosas, de nuestro interior espiritual, de nuestro ser más profundo”.

La conciencia – a la luz de la razón axial- implica vivir en una nueva realidad, es conciencia de pura energía , potencia, seguridad y decisión, que nos transforma e insta a sentirnos cada vez más unidos al ser , dentro de la pluralidad y el dualismo..

Tal como él la entiende, la “conciencia axial” implica un planteamiento de carácter dualista entre el consciente y subconsciente del artista. A través de un proceso reflexivo, culmina con unos desarrollos cargados de plasticidad, color y fuerza expresiva en un proceso de manipulado cromático sobre celulosa para realizar  unas composiciones caracterizadas por sus axialidades, simetrías y elementos compositivos.

El planteamiento dualista se hace patente en las transiciones de color de espacios cargados de fuerza cromática a otros más desahogados, llevando a la fórmula plástica la realidad de bien frente al mal, de la fuerza frente a la debilidad, de la plenitud frente al vacío, de la luz frente a la penumbra, la intensidad del sexo y la ausencia del mismo, etc...

El artista plantea la existencia de un eje (axial) entre su lado consciente y su lado subconsciente. A través de este fluyen secuencias de infancia y juventud –subconsciente-  para un análisis conceptual en tiempo presente –consciente-.

Este flujo de secuencias de infancia y juventud, tiene su origen en sus relaciones sociales y sentimentales, en su relación con el entorno y en su relación con el Yo. De esta manera la obra presenta sus tres variantes:

BAÑO: Serie en la que el artista procede a un análisis de sus relaciones tanto sentimentales como sociales con su familia y el resto de la gente trascendiendo a experiencias individualizadas sobre el escenario real de los cuartos de baño, del sueño del ensueño, de la realidad de la ficción,  en cuyos claustros ámbitos se recrean relaciones de amor, odio, morbo, sexo, etc...contrapuestas en su axialidad.

NATURALEZA: Serie subdividida en tres grandes grupos (parques, acequias, huertas) en las que el pintor emprende una reflexión luminar sobre el entorno que conforma y decide su vida a partir de la subsistencia y recreación de escenarios naturales propios del lugar natal, cuya inmanencia trasciende en su modo decididamente más onírico.

MUSICALES: Serie en la que el pintor desvela su relación más íntima con el YO, la angustiosa y gozosa experiencia que representa la autorrealización personal a través de sus ejecuciones más independientes. Configura el escenario el sonido instintivamente producido por el niño –artista en ciernes- al golpear con un palo las verjas, cercas, bardizas y cañales que encuentra al paso en su recorrido  de la escuela o a las huertas de propiedad de la familia.

Expresado esto así, podría suponerse que estamos ante un artista coñazo, ante uno de esos artistas que nos quieren convencer con razones filosóficas de su falta de artisticidad. Nada más alejado de la realidad. Abellán Juliá no tiene porqué explicar su arte, porque el arte se explica por él. Lo cual, no empecé, sino todo lo contrario, simplificar su intención artística en aras de una aproximación apoyada en la llaneza del propósito y contundencia del logro. Valga el intento.

Tres asuntos sin asunto configuran el mundo de formas de Abellán Juliá: Baños, Naturaleza, Musicales. En la primera serie Abellán Juliá reconstruye una realidad geométrica –muy actual por otra parte, ahora que vuelve a ponerse de moda el azulejo- basada en el recuerdo que tiene de los viejos azulejos de los cuartos de baño de la infancia. En la segunda el proceso mental y creativo es parigual. En el Madrid de los Austrias y en el Madrid de los Borbones y en el Madrid de los ruidos, Abellán Juliá reconstruye –evocativamente- los parques, acequias y huertas que acompañaron sus proyectos infantiles, sus sueños de celebridad. En la tercera, el artista no es un sujeto pasivo ante la naturaleza, Muy al contrario, la activa. Armado con un palo o una caña arranca sonidos a los barrotes (hierro, madera, caña...) que encuentra al paso. La cromática vibración de estas verticales heridas es lo que trata de representar su pintura.

Nos encontramos por tanto ante un artista reflexivo, recreativo. No veo a Abellán Juliá tomando apuntes. Porque todos los apuntes que tenía que tomar los tomó en la infancia, memorizándolos para un hoy con mucho futuro.

En cuanto al modo, importa anotar dos grandes cualidades del pintor. La primera es que siendo un dibujante de muy sólida formación, nada detesta más que exhibir en su obra un dibujo de virtuoso, cosa que fácilmente podría hacer si se lo propusiera. En su obra no hay figura humana. Tampoco figura animal o urbana. Sólo hay color y línea lo que según Lafuente Ferrari enfrentaba y categorizaba a Ingres y David. Lo que si hay es mucha geometría, fruto de la abstracción o proceso mental sintético a que el pintor somete cuando siente ser.
La segunda cualidad del pintor es que no hace arte para la venta, porque piensa que esto sería casi como venderse él mismo. El pintor de Cieza antes pinta para sí que para el mundo.

En lo tocante a la técnica injusto sería obviar que se trata de un pintor primoroso que se expresa en estrictas claves de armonía y color y tiene una cocina muy elaborada cuya base son las tiras de papel de celulosa que el pintor somete a diversos procedimientos –marca y secreto de la casa- de prensado, arrugado, estirado y tintado, las cuales tiras pega sobre la propicia base de un soporte inevitablemente de madera.

Donde nada es superfluo, gratuito sería subestimar el esfuerzo del artífice. No están los tiempos para desdeñar descubrimientos. Y a fe de que el de Abellán Juliá es uno de los que más satisfacción me ha procurado en los últimos tiempos. No es normal encontrar tanta seriedad en el proyecto, en la realización y en la consumación en joven de 37 años.

Abellán Juliá -que se engolosina en pintar hasta el punto de pintar el soporte hasta los bordes y a quien más que aconsejar que ponga algo en su pintura le aconsejo que le quite lo que le sobra- es un artista del que hablará alto en el tercer milenio. Su tiempo será ese tiempo. Y si no al tiempo.



Universos simultaneos (información extendida)

La fuerza del encuentro y choque entre dos poderosas culturas ha marcado la singular y sólida obra de este artista español. Viajero en cuerpo y espíritu, Abellán Juliá abandona precozmente en su juventud la educación en Bellas Artes a través de los libros y con ello su ciudad natal, Cieza, para emprender la gran aventura de recorrer y re-conocer el mundo con su mirada y, en sus palabras, escribir su libro propio.

La época que se documenta en Abellán Juliá, Universos simultáneos es decisiva para el artista, ya que el hecho de enraizar en ambos lados del Atlántico le ha llevado a integrar en su conciencia dos realidades, diversas, complementarias, opuestas, al fin, simultáneas.

Nada disfruta tanto Abellán Juliá como pintar en los lugares que vive. Su obra está plena de referentes a sus contínuos viajes y largas estancias. Así nos sitúa, tras una profunda introspección y su particular narrativa y plástica, dentro de la exuberancia de la selva de Yucatán, confluyendo con la fuerza y ritmos de los océanos  Atlántico y Pacífico, vibrando con las voces y susurros del continuo devenir de la naturaleza y el canto-rito que descansa y palpita en las pirámides del México precolombino.

Tampoco permanecen ajenos a su vida y obra los sucesos históricos desatados en este periodo 2000-2004 en ambos continentes. En directo, al igual que millones de personas, es testigo mediante el telediario del medio día del brutal atentado a las torres gemelas de Nueva York. La noticia le sucede en España durante una breve estancia en su estudio en Cieza. Este hecho, turbador de conceptos y transformador de valores deja una huella profunda tanto en el artista como en nuestra sociedad globalizada. Nada entonces es ajeno, estable ni permanente. 

También vive con interés, asentado en su estudio en la Ciudad de México, el movimiento democrático y sus repercusiones sociales en este país, tras la victoria del Partido de Acción Nacional (PAN) sobre el Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien se mantenía en el gobierno por varias décadas.

La guerra en Irak le sobreviene en México. Con su particular Conciencia Axial, Abellán Juliá plasma en obras como "El tiempo cuenta" y "Contando las horas" la marcha de sus propias cavilaciones surgidas a partir de los debates televisados y las posturas entre las Naciones ante el ultimátum dado por Estados Unidos a Irak para el desarme o su contra parte la guerra.

Alternando casa-taller por largos periodos en ambos continentes, el  artista presenta la exposición Universos simultáneos en la galería EFE Serrano, dirigida por sus galeristas  y amigos con solera Francisca Serrano y Ricardo Martínez, en Cieza, y parte a la ciudad de México para estar presente en una colectiva más de Huellas Visuales.

Las grandes innovaciones en  la obra de Abellán Juliá pueden atribuirse a su profunda observación y la disciplina autoimpuesta en la ejecución de conceptos y ciertos procesos que dieron como resultado la colección denominada Conciencia Axial.

Apasionado de las transparencias durante décadas trabajó con la acuarela y el papel como soporte de su obra.  Metódicamente, como un budista evocando un mantra, un día el azar  le sorprende. Tras años de investigación, largas observaciones, incorporación de pequeñas variables que le han llevado a elaborar una cocina muy personal, el hallazgo se produce con la revelación de la naturaleza de su propio material de trabajo.

Desde entonces, 1996, su obra está construida a partir de grandes tiras de celulosa, pigmentos puros y látex sobre una gran variedad de soportes, técnica que, tras nuevas incorporaciones en materiales como el poliéster, resinas y fibra de vidrio, le ha llevado a la aventura de transformar la bidimensionalidad propia de su pintura en estructuras tridimensionales de particular conformación.

Nada es tan de agradecer a este artista universal como su capacidad de asumir riesgos e innovar.

"Plegando celulosa con intencionalidad diseñé un sistema de trabajo que ocultara ciertas partes del proceso a mi vista y diera cabida al caos, el azar, la espontaneidad.
El resultado son grandes universos independientes que, tras una selección convierto en una progresión de obras que pertenecen al mismo instante de creación.
El procedimiento simula la selección natural, movimiento y expansión propios de génesis y evolución del Universo que nos contiene.
Sin la delimitación específica de la obra libero a mi pintura de la esclavitud del soporte". 
Abellán Juliá

AXIALIDAD Y AZAR

Abellán Juliá comienza su andadura en Conciencia Axial, título que refiere a su colección más internacional, en el año 1996.

Afincado en Madrid por 17 años, mantuvo el estudio-taller Abellán Juliá, donde el artista dio clases y por donde pasaron  más de 100 alumnos a lo largo  de sus 5 años de duración. En ese período nace Conciencia Axial, colección con la que  durante los años 1998-2001 obtuvo numerosos reconocimientos en los principales premios de España.

"Geometrías","Naturalezas" y "Musicales" son los grandes torrentes por donde fluye su creatividad. La particularidad de todas ellas la axialidad. Sin embargo, la evolución natural del procedimiento derivó poco a poco en la fusión alternativa de estas series, sin por ello eliminar las principales.

Así  nacieron "GEEST" (génesis del ser), una fusión total de los tres géneros, en la que emulando a la naturaleza en sus procesos aleatorios de creación  recurre a su gran pozo de celulosas descartadas de otras obras terminadas; y la serie "Vivencias", una renovada interpretación de sus principales arterias de creación que añade como principio lo inmediatamente vivido.

Axialidad y azar fungen como cimientos de su obra. Heredero del pensamiento dualista  judeo-cristiano y activo pensador de su tiempo, Abellán Juliá fusiona principios de las culturas occidental y oriental en sus creaciones. El título de la colección "Conciencia Axial" hace referencia a ello. Ying y yang, la fuerza y la debilidad, el principio de contradicción esta presente tanto en la filosofía y procesos de construcción como en la estética final de su obra.

Controlando ciertas partes del proceso, que funcionan como guías hacia la realización de una serie u otra, ingeniosamente desarrolla su técnica para dar cabida al azar y apoyar técnicamente su pensamiento filosófico de evolución, expansión, duplicación y movimiento.

Con  base en celulosas que se pliegan, tintan y despliegan, sin que por ello todo el material desarrollado forme parte de una obra en particular y muy al contrario conforman un gran universo creado en vías de consolidación a partir del descarte, Abellán Juliá intenta unirse al flujo natural de la evolución del Universo.

Fiel a sus principios, metódicamente desarrolla alrededor de 500 obras de gran y mediano formato, a lo largode 7 años, con este sello particular, participando con ella en Ferias, Bienales, Salones y exposiciones en América, Europa y Africa.

"La serenidad en la  búsqueda es detonador de grandes hallazgos".

Firme creyente de que en las Artes 80% es trabajo y el resto inspiración Abellán Juliá ocupa gran parte de sus horas en la producción de su obra. Sin embargo, las últimas incorporaciones a su Conciencia Axial están relacionadas con aportaciones científicas recientes y filosofías que se han puesto de manifiesto en los últimos años.
"Trimorfismo" es el término con el que Abellán Juliá y quien escribe esta guía,  nombramos el cúmulo de información derivado de estos temas.

En cuanto a la ciencia se refiere las razones hay que buscarlas en el mundo cuántico,  donde una partícula puede estar en dos sitios a la vez manifestando todos los estados posibles. Es decir, donde las unidades eran  0 y 1 (lenguaje binario en informática) ahora se contemplan 0 y 1 pero también  0 y 1 a la vez. Aplicado a la tecnología electrónica, la revolución en el futuro será en la generación de ordenadores cuánticos, ahora en vías de desarrollo.

Consecuencia de la evolución de nuestro pensamiento a partir de las revelaciones de la investigación, filosóficamente relacionados también con el pensamiento retroprogresivo de Salvador Pániker y nuevamente la incorporación de las tres unidades aplicadas a la Filosofía Moderna  en conceptos como bien, mal y bien mal juntos, como ejemplo, nace este término "trimorfismo" aplicado a las artes visuales. Sin justificación académica pero con gran peso  en todos los campos de la conciencia y del arte, trimorfismo se consolida no como una corriente estética sino como una nueva forma de pensamiento para abordar la realidad que nos concierne y situar nuestra mirada en un nuevo punto de partida.

Renovar, trasmutar lo negativo en positivo es el sentido místico y final de su obra

Universos Simultáneos, título de esta exposición de Abellán Juliá en EFE Serrano, tras cuatro años de evolución en su colección Conciencia Axial presentada por última vez individualmente en esta galería en  1999, es reflejo y sustancia de esta reflexión.
Universos-cuadros que se multiplican, esculturas-objeto que se pliegan y despliegan , obras traslúcidas que participan de la luz, conciencia pura, axial, trimorfa, simultánea, estela progresiva hacia el génesis y su proyección, movimiento,  espontaneidad, es lo que podremos encontrar en esta exposición.

Abellán Juliá presenta dentro de Universos simultáneos sus series "Geometrías", "Naturalezas" (vinculadas también en esta ocasión al cuerpo humano), "Musicales", "Vivencias" y "GEEST",  sobre una variedad de soportes como tela, madera, poliéster y resinas. La obra seleccionada para exposición son pinturas, esculturas y objetos.

La exposición Universos simultáneos fué resuelta con  la instalación "Vestidos de cuerpo", donde el artista replica la forma corporal en resina  y extiende el sentido de la piel al vestido creando una simultaneidad de forma y un universo expandido como proyección del  propio modelo.


Paralelo Humanidad Cuántica (información extendida) 

Objetivos:

Con la instalación Paralelo//Humanidad Cuántica, que contará con aproximadamente 100 cuerpos de diferentes edades, complexión, tamaños y razas se realizará la existencia de un universo-humano-paralelo que simboliza a un grupo social existente en otra de sus posibilidades cuánticas.

El procedimiento artístico está basado en texturas celulósicas aplicadas y vaciadas sobre el molde-copia-soporte de un cuerpo humano y desarrolla los conceptos artísticos de tatuaje-psíquico al interpretar y revelar sobre la forma humana aquello que parece oculto en el interior de cada cuerpo. Con la exposición de cada pieza, que dispondrá de “otros trozos” de cuerpo en material flexible se pretende involucrar al espectador para que sea él quien termine de configurar “otros cuerpos” al instalárselas en su propio cuerpo. Esta interacción será documentada en medios digitales para su incorporación a futuras exposiciones y medios impresos.

El objetivo final es la interacción del espectador con las posibilidades cuánticas de otras personas a través de sus cuerpos físicos para desarrollar la conciencia de la diversidad y la unidad.

Características:

1) Cuerpos fragmentados en poliéster, fibra de vidrio y pigmentos/celulosa. Rígidos y traslúcidos.
2) Cuerpos fragmentados en látex, fibra de vidrio y pigmentos/celulosa. Elásticos y traslúcidos.


Desarrollo de la instalación:

El proyecto Paralelo//Humanidad Cuántica es una sección necesaria para la narrativa de la obra Abellán Juliá  . La cantidad de cuerpos facilitará la visión de la diversidad de la humanidad condición necesaria para su representación en un paralelo cuántico que incluye razas, estéticas, sexo, y edades diversas.

Actualmente las primeras piezas han sido expuestas en las Ferias de Arte Contemporáneo de Vigo y Sevilla, España con gran aceptación del público asistente y prensa local. La primera exposición formal de esta propuesta artística será en el mes de marzo en el Centro Cultural Metropolitano METRO, de Tampico, Tamps con título Paralelo//Humanidad Cuántica- Abellán Juliá en la Laguna del Carpintero. Se tiene prevista otra exposición en Barcelona, España, en el Círculo de Bellas Artes de Dalí para 2008.

De estas exposiciones de pequeños grupos de cuerpos de Paralelo//Humanidad Cuántica se llevará una bitácora y documentación que servirá para la edición de un libro que concluirá cuando sean realizados los 100 cuerpos y expuestos juntos en una misma sala-museo junto con los datos recogidos de su danza por salas de diferentes países del mundo que acojan la propuesta. Para ello se propone que cada exposición sea documentada con un catálogo-fascículo numerado y coleccionable que incluya información sobre el lugar donde se realiza la exposición y con ello buscar el apoyo de instituciones y/o gobiernos locales para la financiación puntual de cada fascículo.

Fundamentos filosóficos, técnicos y plásticos:

Desde 1997 la colección Conciencia Axial abarca tres temas  que son resultado de una amplia investigación filosófica, científica y desarrollo plástico a partir de la celulosa, pigmentos y múltiples materiales y soportes indentidad de este procedimiento.  La geometría esta destinada a la relación con los demás, la naturaleza al entorno y la música al yo y el sonido de todo cuanto existe.

Conciencia Axial presenta un planteamiento de carácter dualista entre el consciente y el subconsciente del artista. A través de un proceso reflexivo, culmina con unos desarrollos cargados de plasticidad, color y fuerza expresiva en un proceso de manipulado cromático sobre celulosa para realizar unas composiciones caracterizadas por  sus axialidades, simetrías y elementos compositivos.
El planteamiento dualista se hace patente en la transición de color de espacios cargados de fuerza cromática a otros más desahogados, llevando a la fórmula plástica la realidad del bien frente al mal, de la fuerza frente a la debilidad, de la plenitud frente al vacío, de la luz frente a la penumbra... Catálogo Conciencia Axial.

...Apasionado de las transparencias durante décadas trabajó con la acuarela y el papel como soporte de su obra.  Metódicamente, como un budista evocando un mantra, un día el azar  le sorprende. Tras años de investigación, largas observaciones, incorporación de pequeñas variables que le han llevado a elaborar una cocina muy personal, el hallazgo se produce con la revelación de la naturaleza de su propio material de trabajo.

"...Plegando celulosa con intencionalidad diseñé un sistema de trabajo que ocultara ciertas partes del proceso a mi vista y diera cabida al caos, el azar, la espontaneidad. El resultado son grandes universos independientes que, tras una selección, convierto en una progresión de obras que pertenecen al mismo instante de creación. El procedimiento simula la selección natural, movimiento y expansión propios del
génesis y evolución del Universo que nos contiene. Sin la delimitación específica de la obra libero a mi pintura de la esclavitud del soporte".

Desde entonces, 1996, su obra está construida a partir de grandes tiras de celulosa, pigmentos puros y látex sobre una gran variedad de soportes, técnica que, tras nuevas incorporaciones en materiales como el poliéster, resinas y fibra de vidrio, le ha llevado a la aventura de transformar la bidimensionalidad propia de su pintura en estructuras tridimensionales de particular conformación. Catálogo-Guía Universos simultáneos

Abellán Juliá  también es muralista. Su lenguaje tiene el inevitable cauce hacia soportes de grandes dimensiones donde se expresa en su totalidad. Así ha quedado de manifiesto para futuras generaciones en los murales de la Casa de las Artes y la Música Marin Barnuevo, los Juzgados de Murcia, los Juzgados de Cieza, en el Ayuntamiento de Blanca y los diversos murales de particulares en España y México hasta 2010.
Finalmente, arte, ciencia y filosofía han “colapsado” en la obra de Abellán Juliá, término con el que termina por redondear el propio artista su propuesta relacionado íntimamente con las teorías de la física cuántica. Estas son sus últimas anotaciones recogidas para la comprensión final de su obra.

...El pro-colapso es un universo celulósico que no tiene imagen o membrana que lo delimite en una forma reconocible que proyecte su definición (símbolo)...  Creado en un tiempo-espacio determinado ha sido descartado arbitrariamente por el artista del primer colapso-obra y es conservado como la posibilidad cuántica atemporal del primer colapso.

Las  tiras de celulosa pintadas se consideran "pinceladas del artista", que en pro-colapso son guardadas para el futuro. De esta manera la obra, por el proceso técnico que la define, además de tener la facultad
de estar exenta de soporte también contiene la posibilidad de ser ejecutada o colapsada a temporalmente.

Para su conservación las tiras celulósicas son enfundadas en plástico y etiquetadas con título, fecha de creación,  y parámetros e indicaciones de relación entre ellas, útiles para su probable futuro colapso material.

Cada pro-colapso es un universo. Cada universo un infinito de pro-colapsos.

El pro-colapso no tiene imagen en este universo porque perdería su cualidad de movimiento o “tendencia” y su cualidad simbólica y anacrónica de “infinito”. “La realidad” es contraria al infinito. Por tanto el pro-colapso en una tendencia en el no- tiempo hacia el colapso o “realidad” finita.

El pro-colapso, en una definición plástica, será exhibido como archivo de todos los descartes realizados de las obras creadas durante un periodo que será definido cuando se requiera. Siendo un archivo de futuros colapsos también se comportará en el futuro como herramienta de restauración de obras realizadas.

Este archivo tiene la pretensión de ser custodiado por alguna institución que formalice la posibilidad de que otro artista (alumno de universidad...) pueda utilizar parte de él para, en ese caso, pintar  conjuntamente con Abellán Juliá, incluso en un futuro muy lejano cuando el propio Abellán Juliá ya no pertenezca a éste universo. Técnicamente el pro-colapso es “casi pintura” y puede ser transformado a cualquier otra técnica existente en este o ese momento.

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